lunes, 1 de marzo de 2010

¿cuando suspender el examen ginecológico y el Papanicolaou?


por la Dra Catherine L. Juve. Profesora de la School of Nursing, University of Minnesota, Minneapolis, MN.

En ausencia de una investigación adecuada que responda esta pregunta, la decisión descansa en el peso de los beneficios potenciales de la exploración física en mujeres de edad avanzada y la discusión con la paciente acerca de su disponibilidad para continuar los exámenes. Para comenzar, tenga en mente que el examen pélvico es algo más que el tamizaje para el cáncer cervicouterino.
Este puede identificar lesiones de la piel malignas y benignas en los genitales externos, condiciones como la vaginitis atrofica y el prolapso urogenital, anormalidades del tamaño y la forma del útero y anexos, asi como dolor o molestias. Asi mismo, revela condiciones tratables (problemas benignos de la piel de los genitales, vaginitis atrófica) que para la paciente resultan vergonzosos de informar, a pesar de las molestias que le causan. Un examen rectal acompañante puede ser un tamizaje para el cáncer colorrectal; se obtiene una muestra de heces para revisar la presencia de sangre oculta.

La decisión de descontinuar o no la exploración pélvica debe tomar en cuenta que la incidencia de cánceres ginecológicos invasivos se incrementa con la edad. El promedio de edad del diagnóstico de cáncer cervicouterino fue 48 años entre 2000 y 2004. Casi 20% de los casos de cáncer cervicouterino y 36% de los fallecimientos por esta causa se refiere a mujeres mayores de 65 años. Dos terceras partes de las pacientes que desarrollaron cáncer de ovario son mayores de 55 años y casi 70% de los cánceres endometriales ocurrieron en quienes tenían entre 45 y 74 años de edad, la mayoría en aquellas entre los 55 y 64 años.

Las recomendaciones en lo que concierne a la descontinuación del frotis de Papanicolaou varían. La American Cancer Society (ACS) establece los 70 años como punto de corte; la United States Preventive Services Task Force (USP-STF) sugiere los 65 años. El American College of Obstetricians and Gynecologists anota que la falta de investigación en mujeres de edad avanzada hace que el establecimiento de una edad limite superior sea dificil. Todos están de acuerdo en que una historia clínica y sexual debe guiar la decisión.

Uno de los pocos estudios para examinar la necesidad de hacer tamizaje para el cáncer cervicouterino en las mujeres de edad avanzada, basado en una submuestra de la Women's Health Initiative, concluyó que no existe suficiente evidencia para apoyar la suspensión de este tamizaje en mujeres mayores de 70 años. Debido a que estas recomendaciones no consideran riesgos como la continuación de la actividad sexual, la cual podría incrementar la exposición al virus papiloma humano, descontinuar la realización del frotis de Papanicolaou es un perjuicio para mujeres de edad avanzada sexualmente activas y solteras, incluso en aquellas con citología cervical normal previa.

El frotis de Papanicolaou anual está indicado para todas las pacientes con antecedentes de cáncer cervicouterino, expuestas a dietilestilbestrol, otras enfermedades del cervix, virus de inmunodeficiencia humana (HIV) o sistema inmunitario debilitado. Quienes han sido sometidas a histerectomía total (útero y cérvix), a menos que la razón hayan sido lesiones cancerosas o precancerosas, no requieren del frotis durante más tiempo.

La exploración pelvica no necesariamente deja de ser necesaria cuando lo es el frotis de Papanicolaou. La ACS y la NAMS recomiendan la exploración ginecológica anual, incluyendo el examen pélvico, para las mayores de 40 años, de manera independiente de la actividad sexual y la frecuencia del tamizaje para cáncer cervicouterino. Un informe de la University of Michigan Medical School alerta contra la descontinuación de los examenes ginecológicos anuales debido a la mayor probabilidad de cáncer de ovario en mujeres mayores de 60 años. Por otro lado, la USP-STF, argumenta que no existe suficiente evidencia de defensa contra los exámenes pélvicos para mujeres asintomáticas en riesgo de cáncer de ovario.

A la luz del incremento de cánceres ginecológicos con la edad, la continuación de la exploración pélvica parece ser una precaución recomendable. Aunque el riesgo y las molestias pueden sobrepasar los beneficios para algunas mujeres, no asuma que el examen pélvico anual no se debe continuar sólo porque una mujer es mayor de 65 años.

Una historia clínica cuidadosa debe acompañar a la exploración pélvica. Interrogar a la paciente acerca de un sangrado vaginal después de la menopausia, por ejemplo, proporciona más claridad acerca de un cáncer endometrial que el examen físico. De la misma manera, buscar sintomas como molestias abdominales vagas, distensión, sensación de plenitud, otros sintomas gastrointestinales y dolor durante las relaciones sexuales podrían alertar de manera más temprana acerca de un cáncer de ovario que la exploración pélvica.

Dr Fernando X Marin
Ginecologia y Obstetricia
http://www.ginecomarin.com/

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